No matter how full sour life may seem, there's always room for a couple of cups of coffee with a friend



martes, 13 de diciembre de 2011

Buen banco malo, mal banco malo

Rajoy anunció recientemente que están estudiando la creación de un "banco malo", probablemente un mal banco malo.

Cuando me comentaron esta noticia pensaba que se estaban quedando conmigo. ¿Que es eso de "banco malo"? Y sobre todo, ¿que es eso de "buen banco malo" y "mal banco malo"? ¿Es que además de arruinarnos y recortarnos las prestaciones sociales encima nos toman por gilipollas? ¡Que parece que esté hablando con mi perro!

Como no me parecía posible que unos sesudos economistas nos insultasen de esa manera hice una búsqueda en la web y cuál no sería mi sorpresa cuando vi que el término "banco malo" existe y consiste en una serie de medidas finacieras encaminadas a sanear la economía.

Para entender de qué estamos hablando repasemos unos cuantos términos que se están utilizando mucho últimamente.

Activo tóxico. Lo que viene siendo que alguien ha pagado mucho por cosas que valen poco con la esperanza de revenderlo a su vez por un precio sensiblemente mayor al pagado. En este caso, se vendieron fondos de inversión con las hipotecas que tenían poca pinta de ser pagadas. De toda la vida a esto se le ha llamado especulación, pero es que antes no conocíamos la corrección política.

Amortización. Reconocer lo que vale algo realmente en lugar del precio que se ha pagado por ello (es una de sus definiciones), de forma que tu declaración de activos se ajusta a la realidad en lugar de ser totalmente fictícia.

Agencias de calificación de riesgos. Las grandes campeonas de la crisis: Standar&Poor's, Moody's y Fitch entre otras. Primero convencieron a todo el mundo de que era una buena idea comprar activos ahora declarados tóxicos y después se permiten el lujo de calificar la deuda de los países como peligrosa. Y lo mejor de todo es que seguimos haciéndoles caso. Va ser verdad que somos gilipollas. En realidad esto no tiene nada que ver lo que estamos viendo aquí, pero me ha parecido oportuno.

Supongamos que hay un banco que tiene un montón de activos tóxicos y no se atreve a prestar dinero sin muchísimas garantias que la mayoría de la gente no cumple. Como la economía se estanca si los bancos no prestan dinero, algo hay que hacer. ¿Primera medida adoptada por muchos gobiernos? El rescate, también conocido como "vamos a darles dinero a los bancos que se han enriquecido especulando con la esperanza de que se mueva el dinero en lugar de guardárselo y ejecutar las hipotecas". Todos sabemos cual ha sido el resultado. Para lo que ha servido, el gobierno podría haberse gastado el mismo dinero (también a fondo perdido) comprando la deuda de las familias a los bancos y estableciendo condiciones de pago razonables. Al menos la gente no se habría quedado en la calle.

¿Que es lo que se pretende con los bancos malos? Que desaparezcan los activos tóxicos. El "buen banco malo" lo que pretende es obligar a los bancos a amortizar su activos tóxicos y a quien no pueda afrontar la situación, liquidación al canto. O nacionalización, lo que toque. Esto es lo que ha hecho Alemania. El "mal banco malo" lo que hace es comprar esos activos a unos precios todavía prohibitivos (es decir, por un valor mayor al que les corresponde) de forma que los bancos se deshacen de ellos pero no pierden mucho. Eso si, nos vuelve a costar nuestro dinerito público. Esto es lo que hizo Irlanda.

Y ahora la pregunta del millón. ¿Que vamos a hacer en España? ¿Vamos a dar una palmadita en la espalda a los que han especulado esperando enriquecerse rápidamente y comprarles los activos tóxicos o vamos a hacer que paguen el precio de la orgía de avaricia en la que han estado retozando estos años y obligarles a amortizar? Hagan sus apuestas.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Breve y con un día de retraso

Ayer fue el 60 aniversario de la primera publicación de Stanislaw Lem, Los Astronautas, y Google le homenajeó con un doodle de robots, con el que se podía jugar, inspirado en las ilustraciones de Ciberiada.

Para mi, Stanislaw Lem es uno de los mejores escritores de ciencia ficción de todos los tiempos, y tanto Ciberiada como Diarios de las estrellas son dos de mis libros favoritos. Es satírico, filosófico, muestra un profundo pesimismo respecto a la condición humana y sobre todo es muy, muy divertido. No todas sus obras son satíricas, ni siquiera de ficción, pero estas dos en concreto sí lo son y os recomiendo su lectura

Diarios de las estrellas presenta al inefable piloto estelar Ijon Tichi y sus absurdas aventuras a través del tiempo y el espacio y Ciberiada nos cuenta las aventuras de los robots Trurl y Clapaucio (no os perdais la historia de la Altruicina), ambos libros en formato de cuentos cortos o fábulas. Son fáciles de leer y os van a gustar al margen de que os guste o no la ciencia ficción.

Espero que los disfruteis tanto como yo.

martes, 15 de noviembre de 2011

Me gustas, democracia, porque estás como ausente

Ayer tuvieron lugar las elecciones al Congreso de los Diputados, y tenemos ya disponible el recuento de votos (a la espera de los votos por correo, reclamaciones, etc.). He aquí el resultado:




No, no me he equivocado, estas son las cifras. Supongo que os estareis preguntando cómo es posible que siendo IU la tercera fuerza mas votada ocupe el cuarto lugar en número de escaños, o como es posible que la cuarta fuerza mas votada (UPyD) ocupe el sexto puesto. Pues esto, amiguitos, tiene que ver con el sistema electoral que tenemos en este país.

Entonces, ¿cómo funciona el reparto de escaños? De la siguiente manera: por el sistema D'Hont, por la exclusión de mínimos y por la representación territorial. Todo ello conforma la Ley Electoral. Básicamente el sistema D'Hont consiste en una serie de cálculos bastante complejos que hacen que las fuerzas mas votadas tengan mayores posibilidades de conseguir escaños. Si realizais los cálculos con los dos primeros partidos vereis que el porcentaje de escaños no corresponde con el porcentaje de votos. Podeis ver un ejemplo mucho mejor explicado que como lo haría yo en esta página oficial.

Esto no explica el porqué de la diferencia de escaños entre CiU y UPyD (por ejemplo), cosa que se explica con la representación territorial. Resulta que cada provincia debe aportar un número mínimo de diputados, normalmente dos, con lo que el reparto según el sistema D'Hont se realiza en este caso con el número de votos de cada provincia. Si, así es. De este modo en teoría se garantiza que todo el territorio español esté representado en el Congreso, pero en la práctica significa que los partidos cuyos votantes no se encuentran geográficamente concentrados tienen menos posibilidades de conseguir escaños. Los discursos nacionalistas/localistas tienen, en contrapartida, una concentración geográfica que hace que adquieran un peso en el Congreso que no se corresponde con la "realidad nacional" (bonita expresión, politicamente correctísima). Podeis ver una estupenda explicación de este fenómeno aquí. Hay quien dice que aún así está bien que cada provincia tenga sus representantes, pero entonces mi pregunta es ¿para que sirve el Senado? ¿No es el senado la cámara encargada de garantizar la representación territorial? ¿Es necesario que Huesca tenga sus senadores, que están para defender sus intereses dentro del Estado, y además decida el color de dos diputados? A mi modo ver sobra una de las dos cosas.

Por último está la siguiente disposición legal: "No se computarán los votos de las candidaturas con menos del 3% de votos en la circunscripción". Vamos, que si en una provincia te vota menos de un 3% te quedas fuera, aunque sumando los votos de distintas provincias sea mas de un 3%. Pero no solo eso, es que un 3% supone 10,1 diputados en el Congreso (os recuerdo que se compone de 350 diputados). Eso si, si en una provincia tienes mas del 3% de los votos, aunque en el total nacional tengas un 0,24% entras a jugar.

No me voy a extender más porque ya me duele la cabeza de hacer números, pero los que piden una reforma del sistema electoral no me parecen cuatro perro-flautas, sino gente informada que quiere que su voto cuente.

martes, 8 de noviembre de 2011

Machine of Death

La máquina se inventó hace algunos años: una máquina que puede decir, con una simple muestra de sangre, como vas a morir. No te indica la fecha ni te da mas detalles. Simplemente suelta una tarjeta donde aparecen impresas, en cuidadosas letras mayúsculas, las palabras AHOGADO o CANCER o VIEJO o ASFIXIADO CON UN PUÑADO DE PALOMITAS. Permite que la gente sepa como va a morir.

El problema con la máquina es que nadie sabe realmente como funciona, lo que no supondría un problema si la máquina funcionara tan bien como era de esperar. Pero la máquina es frustrantemente vaga en sus predicciones: aparentemente se deleita en la vaguedad del lenguaje. VIEJO puede significar lo mismo morir de causas naturales que tiroteado por un hombre postrado en su cama en un intento fallido de asaltar su casa. La máquina captura ese antiguo sentido de la ironía en la muerte: sabes cómo va a pasar pero aún así te sorprenderás cuando pase.

El descubrimiento de que podemos saber como vamos a morir ha cambiado el mundo: la gente se ha vuelto a la vez menos precavida y más miedosa. No hay ningún motivo por el que no puedas saltar en paracaídas si sabes que tu tarjeta dice ENTERRADO VIVO. La constatación de que esas predicciones parecen revelar un giro sorprendente en las cosas las hace más siniestras: sí, si vas a ser enterrado vivo no vas a ser electrocutado en una bañera, pero ¿qué pasa si tirándote en paracaídas aterrizas en una gravera? ¿Qué pasa si vas a ser enterrado vivo no en la tierra sino en cualquier otra cosa? Quedar atrapado en un edificio que se derrumba ¿cuenta como ser enterrado vivo? Por cada posibilidad que la máquina elimina parece abrir otras muchas, más o menos plausibles.


Para entonces la máquina había sufrido ya una reingeniería inversa a partir de nuestra muestra y había sido replicada dada la simplicidad de su construcción. Y si, nos dimos cuenta de que sus predicciones no eran tan directas como parecía inicialmente al mismo tiempo que el resto del mundo. La probamos antes de anunciarla al mundo, pero las pruebas llevaban su tiempo: demasiado, teniendo en cuenta que había que esperar a que muriese gente. Después de cuatro años y tres muertes tal como predijo la máquina, presentamos nuestro invento. Ahora hay máquinas en cada consulta y en cada centro comercial. Puedes pagar por ello o realizar el test gratis, pero el resultado es el mismo sin importar en que máquina lo hagas. Los resultados son, al menos, consistentes.


Traducción de la introducción del libro "Machine of death. A collection of stories about people who know how they will die".


En la web oficial tienen disponible el libro libre para descarga, pero de momento solo en inglés: 
http://machineofdeath.net


Leedlo, merece mucho la pena.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Corrección política

Me molesta sobremanera la corrección política, sobre todo en el lenguaje. No me entendáis mal, defiendo el hablar (y escribir) con propiedad y me parece correcto que una lengua viva evolucione, adaptándose a las nuevas necesidades de expresión de quienes la hablan. Lo que no soporto es la mojigatería.

De lo que se trata con esta tendencia de llamar a las cosas como lo que no son es de disfrazar la realidad en aras de ocultar situaciones terribles o discriminatorias que requerirían, más que ¿buenas? palabras, algo de acción. Así, ya nos hemos acostumbrado a los “daños colaterales” como si las personas inocentes que mueren en los conflictos armados (antes “guerras”) estuvieran menos muertas; recordamos la famosa “desaceleración económica”, que consistía en que un montón de gente se quedaba en paro, con todo lo que conlleva; y también hemos asistido a una guerra de género, como si eliminar el uso del masculino plural como genérico fuera a mejorar de por sí la situación de muchas mujeres. Pero este fin de semana he leído la evolución del lenguaje definitiva: en una carta a un periódico, una lectora se refería a su situación como “diversidad funcional (discapacidad)”. Supongo que el cambio de nomenclatura para su dolencia (es parapléjica) ayudará a que pueda cruzar la calle, porque no debe quedar ya ninguna ciudad en España donde los bordillos impidan moverse libremente a la gente en silla de ruedas, a los ancianos, a las mujeres con carritos de bebés o simplemente a los que vamos con el carro de la compra. ¿No es verdad? Dado que las ciudades están adaptadas a las necesidades de todos sus habitantes, podemos dedicar todo nuestro tiempo a mejorar la percepción que se tiene de algunos colectivos a través del lenguaje.

Podemos empezar incluso desde la infancia a reeducar a nuestros retoños en el uso de la corrección política contándoles cuentos tradicionales revisados, en los que el leñador de Caperucita se convierte en “técnico en combustibles vegetales”, Cenicienta es tratada por su “madre política” con “notable crueldad” y se ve obligada a trabajar como “una empleada personal sin derecho a salario”, y los siete enanitos de Blancanieves devienen en “personas con disfunciones en el sistema hormonal del crecimiento” (no os perdais los “Cuentos infantiles políticamente correctos” de James F. Garner, impagables).

La parte positiva de todo esto es la posibilidad de difundir noticias inquietantes sin que cunda el pánico. Así que cuando veáis publicado en prensa que se está produciendo una llegada masiva de personas con vitalidad reducida a las ciudades mas vale que echéis mano de vuestra guía de supervivencia zombie.

martes, 30 de agosto de 2011

Indignada

A pesar de lo que pudiera parecer no sentía una animadversión especial por los católicos: me molestan todas las religiones por igual. Tengo varios motivos para ello, por ejemplo su dogmatismo y su concepción de lo que debe ser el orden natural de las cosas.

Por lo que respecta al dogmatismo religioso es, en principio, similar al concepto de axioma en la ciencia. Es necesaria la existencia de una proposición inicial que se da por verdadera para empezar a entender o interpretar el mundo que nos rodea. Lo que diferencia el dogma religioso del axioma científico es que mientras la religión fija una interpretación del mundo como la única válida sin posibilidad de revisión, la ciencia no sólo permite revisar la concepción del mundo sino que precisamente es esa su finalidad: investigar, descubrir, ajustar. La religión (cualquier religión) no sólo establece cómo funciona el mundo sino que da un paso más y condena al ostracismo, al infierno o directamente a la pena de muerte a cualquiera que desafíe su concepción de la realidad (no solo de la espiritualidad). Así, los ateos no son los únicos perseguidos: el practicante de cualquier culto ajeno al propio (infieles, paganos) o los que reinterpretan los textos sagrados (herejes, apóstatas, renegados) son castigados, siendo estos últimos los que peor destino pueden esperar. La necesidad de interpretar el mundo que nos rodea y dotarle de algún sentido es uno de los objetivos originales de las religiones, pero en el mundo actual esa función puede encontrarse también en la ciencia y en la filosofía.

Si hablamos de su concepción del orden natural de las cosas, los practicantes de cualquier religión se creen en posesión de una verdad absoluta e indiscutible que les hace contemplar al resto de los mortales con una superioridad moral que raramente les caracteriza (¿pecado de orgullo?). Haciendo de abogado del diablo podría argumentar que las normas básicas de comportamiento de las religiones son una colección de reglas para mejorar la convivencia de grupos humanos numerosos: no robarás, no matarás. No es que estas normas estén mal, es que hace ya mucho tiempo que fueron sustituidas por las legislaciones. Eso en los estados laicos, solo hay que echar un vistazo al mundo musulmán para ver lo que sucede cuando la religión toma las riendas de la legislación. Los intentos de las religiones por imponer su visión de lo que es correcto a través de las leyes civiles constituyen un acto de agresión contra los Derechos Humanos ya que para empezar niegan la igualdad entre los seres humanos. Ya no es que una persona considere algo moralmente reprobable porque no coincide con su forma de entender la vida, es que intenta imponer su visión por la fuerza a quienes piensan diferente. Si su religión prohíbe el divorcio, que nadie pueda divorciarse; si Dios considera sagradas a las vacas, que nadie las coma. La diferencia con la legislación laica es que la ley del divorcio no significa que te obliguen a divorciarte si eres creyente, pero si no lo eres regula la manera en la que puedes rescindir el contrato matrimonial. Una ley para todos.

Eliminada la necesidad de explicar el mundo y la necesidad de normas de comportamiento social como justificación de la religión sólo nos queda la fe en un ser superior originada en el antropocentrismo que nos lleva a imaginarnos a nosotros mismos como el fin último de la cadena evolutiva. Nos negamos a creer que nuestra vida no tenga repercusión una vez muertos, y para ello inventamos dioses que nos proporcionan la eternidad a través de la vida después de la muerte. Algún día hablaré de la incompatibilidad entre la idea del alma inmortal y la resurrección de la carne, si algo tiene la religión es su capacidad para la incoherencia. Este punto siempre me ha hecho gracia: a ojos de un creyente la vida en la tierra es un mero tránsito a una vida mejor, pero es tan complicado ser merecedor de ella que se hace necesario establecer todo un catálogo de normas que regulen cualquier aspecto de la vida diaria con el fin de alcanzarla. Parece que los creyentes son un grupo de gente que necesita un tutelaje muy específico ya que pueden perderse del buen camino con mucha facilidad. Esto explicaría su interés en legislar la vida civil, no sea que los no creyentes vayan a desmandarse por no saber a que atenerse en el día a día.

En el mundo actual las religiones se ven arrinconadas cada vez más al ámbito exclusivo de la fe, cosa que viven como una agresión y ante lo que responden de forma cada vez mas violenta. No creo que sea necesario poner ejemplos. Y aquí es donde entramos en el primer punto, yo no SENTÍA una especial animadversión por los católicos. En las famosas jornadas JMJ de Madrid el Papa se ha permitido decir que la ciencia es El Mal, siempre es mejor la explicación que ofrece la religión sobre el mundo; que el laicismo es El Mal, para qué los estados laicos si la religión sabe perfectamente como debemos comportarnos; que pensar por nuestra cuenta está mal, ellos se encargan de orientar nuestro pensamiento; y por último, que los líderes católicos son El Bien, en sus manos y en sus espíritus está la verdad verdadera. Este último punto es el más clarificador de todos, porque deja en evidencia cual es el verdadero objetivo de las religiones: ser un instrumento más de poder sobre las masas. Puedes estar de acuerdo o no con todo esto, pero cuando pandillas de jóvenes transfigurados por la fe se van de copas para volver en hordas entonando cánticos religiosos con sus guitarras a las tres de la mañana TOTALMENTE BORRACHOS mientras el transporte por mi ciudad les sale gratis a costa de la subida de los billetes para los residentes y otro tipo de visitantes, además de llevar puestas las camisetas y mochilas que se pagaron a medias con mis impuestos; cuando esos jóvenes se permiten el lujo de insultar a quien les dice que el estado debe ser laico (una señora de unos 50 años berreando que un estado laico era una aberración, aunque la verdad es que no encaja en la definición de "joven"), consideran que eres un pervertido que no debe tener los mismos derechos que el resto de los seres humanos si tu sexualidad no está aprobada por el Papa (los bares de copas en Chueca se llenaron de muchachos con la camiseta de las Jornadas); cuando esos jóvenes, repito, invaden tu barrio y te imponen durante días (mas de una semana) su visión del mundo sin réplica posible ya que se mueven en grupos numerosos y cualquiera les dice nada (hasta mi perro tenía miedo de bajar a la calle), para mi pierden cualquier altura moral que creyeran tener. Han demostrado ser prepotentes, hipócritas, muy molestos y han pasado a ocupar el primer puesto en el ranking de cosas que me molestan hasta desear su desaparición. Estoy totalmente indignada con su comportamiento. Si, es únicamente por lo mucho que me han molestado de forma personal, yo no pretendo tener ninguna "altura moral" que me permite mirar por encima del hombro a los demás.

Tampoco pretendo tener la verdad absoluta en mi poder, no me considero mejor ni peor que los demás y puede que mi visión del mundo esté totalmente equivocada, pero no intento imponer mi modo de vida a nadie y soy capaz de respetar una opción vital muy diferente a la mía, salvo que implique el recorte de las libertades y los derechos de los demás. Y si a alguien no le gusta esta entrada o le ofende personalmente, que no se preocupe: cuando muera arderé en el infierno.

jueves, 25 de agosto de 2011

¡Que bonitas están por las mañanas las mujeres!

Iba yo tan feliz (bueno, feliz lo que se dice feliz no, pero si que iba a mi rollo) pensando en mis cosas camino del trabajo cuando un señor de unos 75 años me ha dicho eso al pasar. Y chica, a mi estas cosas de buena mañana me ponen de buen humor, sobre todo porque iba pensando en los cambios que sufre el cuerpo a lo largo de la vida.

Todo el mundo te prepara para los cambios de la adolescencia: que si se te ensanchan las caderas, que si te crecen las tetas, que si la regla, que si tal y que si cual. Y está muy bien que te preparen pero es que NADIE te advierte que los cambios no quedan ahí. A lo largo de tu vida el cuerpo sigue cambiando, muy despacio pero cambia. Y de repente te encuentras con los 30 o con los 40 y piensas "¿que cojones le ha pasado a mi cuerpo?". Luego vienen las crisis de edad y nos llevamos las manos a la cabeza. Así que he decidido advertir a las ingenuas muchachuelas que se paseen por mi blog sobre los estragos del tiempo. A los chicos no tengo nada que decirles porque no sé como funcionan sus cambios, pero deben ser mas lentos o simplemente menos. Nosotras tenemos la crisis de los 30, de los 40 y no se si alguna más que vendrá (no soy tan mayor), ellos que yo sepa solo tienen la crisis de los 40.

Lo primero de todo es distinguir entre lo que viene siendo el paso del tiempo de otras cosas. Si la última vez que pegaste patadas a un balón o corriste un rato fue en el patio del colegio, si en los últimos 10 años tus actividades principales han sido ver la televisión y beber cerveza, si los de telepizza te han ofrecido su tarjeta platino.... desengáñate, tu cuerpo no ha cambiado porque te hayas hecho mayor, es que el pobre hace lo que puede con lo que le das. Y ahí da igual que seas un tío o una tía.

A lo que yo me refiero es a los estragos de la ley de la gravedad (¡maldito seas, Newton!). A los 30 puedes estar en forma y delgada, pero empezarás a verte tripita. Ya nunca más tu vientre estará plano salvo que tu índice de masa corporal esté en límites preocupantes para la salud. No es que te crezca la tripa de repente, es que se empieza a descolgar. Solo tienes que mirar a las jovencitas que están gorditas y verás que están tersas y firmes y que la tripa no se les cae (salvo obesidad mórbida). Cuando empieces a ver que la tripa ya no está plana o no está en su sitio sino tres centímetros mas abajo, asúmelo: estás en la frontera de los 30.

Interiorizados estos cambios el tiempo sigue pasando y un día de repente te das cuenta de que entiendes los anuncios de cremas. ¿A nadie le ha llamado la atención la fijación de las empresas de cosméticos por el óvalo facial? ¿Qué es eso del óvalo facial? Pues amiguitas, si de pronto entiendes a que se refieren es que te rondan los 40. Esto es así. Primero se te descolgó la tripita y ahora el puto óvalo facial. Pero no queda ahí la cosa. Según mi hermana (una de ellas), a los cuarenta tienes que elegir: cara o culo. Si estás delgadita el culo se te escurre pero la cara está mona, si estás entrada en carnes tendrás cara de pan aunque un buen culo. Yo no estoy de acuerdo, aunque aquí creo que cada caso es un mundo. En mi caso la elección es tripa o tetas. Así son las cosas. Si adelgazas tendrás mejor tipo pero tus tetas se descolgarán, si engordas tu escote será la envidia del barrio pero tu cintura desaparece. Eso y el óvalo facial, claro.

En esas estamos de momento, cuando tenga nuevas noticias sobre los efectos adversos del paso del tiempo en mi físico os iré advirtiendo. No es que puedas hacer nada por evitarlo pero al menos cuando llegue estarás preparada para mirarte al espejo.

martes, 23 de agosto de 2011

Poesía eres tú

La poesía es algo peligrosísimo. A mi me da dolor de cabeza, literalmente. Por centraros un poco, tengo unas pocas obsesiones: los alfabetos o silabarios, los idiomas, la poesía... Tengo alguno más, pero no vienen a cuento. Lo de la poesía, unido a los otros dos, es lo que me mete en estos líos que me busco yo solita. La poesía es algo especial para leer, ya que ni siquiera las mejores traducciones pueden reproducir la música que se esconde en los versos originales. Y aquí es donde empiezan mis dolores de cabeza.

Para poder apreciar bien una obra procuro leer ediciones bilingües. No os equivoquéis, no hablo muchos idiomas, me conformo con saber pronunciarlos. De ahí las ediciones bilingües. Puedes leer (si lo sabes pronunciar) en el idioma original para apreciar la música de los versos y leer la traducción para enterarte del contenido. Esto me llevó una vez a estudiar dos años de alemán en la Escuela Oficial para poder leer a Hölderling y a Brecht (para pronunciar no hacía falta tanto, pero os recuerdo mi obsesión por los idiomas). Lo siguiente fueron los poemas japoneses a la muerte. Esto ya era mas difícil, así que asumí que lo que es hablar japonés era algo que no iba a pasar pero al menos podría aprender a escribir y entender el significado de los kanjis (otra de mis obsesiones). Dado que empleaba del orden de tres horas diarias en el transporte entre el trabajo y mi casa (¿para cuando el teletransporte, señores inventores?) me compré un libro sobre kanjis para aprovechar el tiempo. Los kanas los dejé para otra ocasión, ya que los dibujitos de los kanjis eran mucho más monos. Afortunadamente para mi salud mental y mi vida social al poco tiempo dejé ese trabajo por otro que me quitaba menos tiempo de transporte, así que mi estudio de los kanjis fue convenientemente abandonado (lo retomaré en algún momento). Aún así conseguí aprender alrededor de 150 kanjis, entre ellos el de "vesícula biliar". No es que valga para mucho pero es bonito.

Hace cosa de dos años me compré un libro de poemas irlandeses antiguos que contenía una recopilación de los poemas fenianos. Solo lo encontré en español y me encantaron, así que busqué en la web por si encontraba alguna edición bilingüe. Fue una causa perdida, no hay nada en gaélico-español, ni poesía ni ninguna otra cosa. Que conste que miré en el ISBN. Dado que el inglés no se me da especialmente mal pensé en comprar una edición gaélico-inglés, pero tras buscar un tiempo lo di por imposible. Hasta el viaje a Dublín de la semana pasada. Uno de los objetivos era encontrar la famosa edición bilingüe de los poemas. Cerca de nuestro hotel había una escuela oficial de irlandés y allá que me fui. La chica que me atendió era muy agradable, pero me dijo que no existen ediciones bilingües de poemas irlandeses antiguos porque la gente que está interesada en ellos suele hablar perfectamente gaélico. Pues vaya. Para aprovechar la visita me dije a mi misma que podría intentar aprender algo de gaélico, tampoco puede ser muy complicado. La chica me asesoró y finalmente me compré una gramática para niños con sus CDs y me dio algunas direcciones web para escuchar, me dijo que era imprescindible. Esa fue la primera pista.

Tomando café eché un vistazo a mi nueva gramática y una chica que estaba en la mesa de al lado me preguntó si estaba estudiando irlandés. Cuando le dije que si, que lo iba a intentar, me sonrió y me dijo "good luck". Esa fue la segunda pista. El idioma en si, escrito, parece la lengua de Mordor, pero seguí sin desanimarme... hasta que ayer escuché los CDs. La madre que los parió. En palabras de mi media naranja "es como si un japonés se hubiera tragado a un alemán". Hay una frase en concreto que se repite mucho y que soy incapaz de identificar los sonidos con lo que aparece escrito porque es que no se parecen en nada, ni siquiera las vocales. Por si fuera cosa mía hasta se lo he puesto a compañeros de trabajo y lo único que he conseguido es que nos entrase la risa floja. ¿Gramática para niños? Será para niños despiertos.

Y aquí estoy, escuchando los temas a ver si voy haciendo oído. Por supuesto, lo de leer gaélico queda de momento descartado. Si soy capaz de dar los buenos días ya me conformo.

lunes, 22 de agosto de 2011

There and back again

Pues ya estoy de vuelta al trabajo después de (¡asómbrense conmigo, señoras y señores!) toooda una semana de vacaciones. Mi media naranja y yo hemos aprovechado para irnos fuera de Madrid, no fuera que los católicos exultantes que nos han visitado, sintiéndose crecidos y respaldados, decidieran realizar actos como bautizos en masa en las fuentes, cánticos enardecedores a altas horas de la mañana en honor a sus creencias o incluso cortar las vías principales de comunicación en la capital para sus procesiones… Espera, me parece que eso es exactamente lo que ha pasado en nuestra ausencia… en fin, tomamos la decisión correcta.

Conseguimos un viaje a Dublín a muy buen precio, la verdad, y nuestras expectativas se vieron cumplidas. El hotel estaba muy bien situado, el personal era muy agradable y ¡no hacía calor! Si no hubiera sido por el pub del hotel habríamos dormido como nunca. Bueno, mi media naranja fue el que se enteró del ruido, yo soy de familia numerosa y puedo dormir durante un bombardeo si me lo propongo.

Dublín me pareció una ciudad preciosa, fácilmente paseable, con muchas cosas para ver y al final, salvo una escapada a Howth, pasamos toda la semana en la capital. Anduvimos por sus calles durante horas, bebimos cerveza como si nos la fueran a prohibir, escuchamos música en los pubs y visitamos un montón de lugares de interés. Eso si, nosotros somos españoles, donde hay que pagar entrada no se entra. Solo fuimos a sitios gratis. Bueno, excepto por el museo de Guinnes que sí había que pagar. Así somos nosotros, nada de iglesias de pago, pero todo lo que tenga que ver con beber o comer se paga lo que haga falta. Vaaale, confieso que también pagué por entrar en la catedral de San Patricio. Debilidades que tiene una, no iba a ser perfecta.

No me voy a extender demasiado para no aburrir, pero lo que si puedo decir es que me enamoré perdidamente de Dublín ya el primer día, y que haber pasado ocho horas diarias paseando por sus calles no ha hecho mas que reforzar el sentimiento de estar en casa. Por si acaso volvemos pronto me he comprado una gramática de gaélico con sus CDs para aprender a pronunciar y todo, junto con un diccionario inglés-irlandés. De momento me conformo con aprender a pedir cerveza y con retomar la rutina madrileña sin echarme a llorar. Menos mal que siempre nos quedan los vermús de los viernes en el Matador y los álbumes de fotos para torturar a las amistades.

P.D.: Mi media naranja no pitó en el aeropuerto, está perdiendo sus superpoderes.

viernes, 12 de agosto de 2011

No pain, no gain

Ya os había contado que me apunté a un gimnasio. Durante tres semanas de Julio me he dedicado a correr en la cinta porque me hacía falta cardio, cosa que complementé con algunos talleres de danza india. ¿Os acordáis del taller de Bollywood sexy style? Pues Leila convocó un taller intensivo de tres estilos: marathi, bhangra y Bollywood 70’s, cuatro horas de dar saltitos descalza, ahí es ná. Me lo pasé tan bien en el taller anterior que me apunté de cabeza. ¡Madre mía, que paliza me di! ¡Y que agujetas en los hombros! Marathi tuvo su gracia, Bollywood 70’s también, pero lo que me impresionó fue la clase de Bhangra. Vamos, que otra actividad para la saca, probablemente para los miércoles.

Pero lo que yo quería contar es mi vida gimnástica. Como ya llevaba tres semanitas corriendo en la cinta (conseguí no marearme demasiado) me fui a hablar con la monitora para ver si me ponía otro plan de entrenamiento. Iba tan convencida de hacer pesas y esas cosas, pero la muchacha (con muy buen criterio) me dijo que me iba a aburrir en la sala y que mejor me apuntase a actividades de grupo. Y me recomendó body pump lunes, miércoles y viernes. En que hora. Debería haber sospechado algo cuando varias personas me comentaron que iba a flipar con las agujetas.

Me fui el lunes 1 de Agosto muy ufana a mi clase nueva, donde ya de entrada me dijeron que no pusiera mucho peso en la barra, que para el primer día lo importante es aprender a manejarla. Pues nada, un par de pesas de 1,5 kg, que no es mucho. Tras una hora de levantar la barra, llevarla de acá para allá, nuestro ratito de abdominales y de fondos me alegré de no haber puesto mas peso. No sé como llegué al final, porque la segunda media hora fue terrible para mis músculos desentrenados. La clase es un no parar: se trabaja por grupos de músculos, alternando los ejercicios, pero no se para más que para beber agua tras cada grupo. Lo que pasa es que yo tengo dos problemas: unos hombros un poco flojos y una espalda contracturada que me impide ponerme la barra tras los hombros con comodidad. Para que os hagáis una idea, cuando levanto el brazo todo lo que puedo parece que estoy haciendo el saludo nazi. No es algo que deba hacer en público, lo se. Lo pasé bastante mal, porque si ponía bien la barra casi no podía sujetarla con las manos, así que otra cosa puede que no, pero la espalda se me estiró.

El resultado de mi primera sesión fueron agujetas en los hombros (¡Sorpresa!), pectorales, bíceps y cuádriceps. El resto no se si no me dolía o es que estaba enmascarado por los dolores enumerados. Vamos, que fui a clase creyéndome Linda Hamilton en Terminator II y acabé la clase efectivamente como Linda, pero en la primera: floja y despeinada.

sábado, 23 de julio de 2011

El chip prodigioso

¿Os acordáis de esa película? Hay una escena la principio en la que uno de los protas, que trabaja de cajero, vuelve loco al lector de códigos de la caja porque le han inyectado un cacharrismo en el que viaja Dennis Quaid. Pues así nos sentimos ayer.

Me fui con mi media naranja a dar una vuelta y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid entramos a comprar en un supermercado. Ya antes de entrar me dijo: "No sé qué me pasa últimamente que me saltan las alarmas en los supermercados". Y efectivamente, cuando fuimos a pagar nuestra caja se convirtió en un espectáculo de luz y sonido.

La chica, muy maja ella, nos dijo que seguro que se había olvidado de quitar algún chip, pero mi media naranja le contestó con resignación: "No, si soy yo". Vino el de seguridad, comprobó que no había nada que pitara salvo el mozo y nos fuimos dejando en la cola a la gente muerta de risa.

Ya camino de casa fui dándole vueltas al tema además de meterme con él (hay que aprovechar las oportunidades que te da la vida para ser una cabrona) y empezaron a encajar algunas piezas: sus móviles tienen vida propia y le duran poco; lleva el chip del DNI pegado con celo porque se le cae; no suele llevar las tarjetas encima porque se le desmagnetizan... No sé, aquí pasa algo.

Viendo una serie tranquilamente en mi PC tuvo lugar el suceso definitivo: pantallazo azul. Desde que usa mi ordenador el pobre anda bastante renqueante, pero yo pensaba que era porque había virus en las páginas que visita, sitios peligrosísimos como periódicos, emisoras de radio e incluso la página de la RAE.

Tras la confusión inicial me soltó "¡Pero si te he dicho muchas veces que interfiero con los aparatos electrónicos!". Es cierto, me lo ha dicho pero no le creí. Ahora sí le creo, así que hay nuevas normas en la casa: prohibido acercarse a mi ordenador y a mis móviles. Y estoy esperando ansiosa a que tengamos que ir al aeropuerto. A ver la cara que ponen los del control.

miércoles, 20 de julio de 2011

Summertime

Normalmente como con mi amiga O. un día entre semana, así aprovechamos para ponernos al día en el caso de que nuestras obligaciones nos impidan vernos el fin de semana. El año pasado descubrimos la Casa Museo Sorolla. Lo descubrimos por casualidad, mientras buscábamos un sitio para tomar un café después de comer y nos tocó recorrer un par de manzanas porque era Agosto y estaba todo cerrado. El caso es que ese día no pudimos ir y luego se nos echó encima el otoño, con el horario partido, y acordamos que en mi siguiente jornada de verano iríamos sin falta.

Casi se nos pasa de nuevo, pero ayer finalmente fuimos a verla. Para aprovechar el tiempo decidimos comer en los jardines de la casa (¡se puede! y se está fresquito además). ¿Que puedo decir de la obra de Sorolla? Es una maravilla, y la casa es impresionante. Se puede visitar buena parte de ella y tiene el mobiliario original. La verdad es que disfrutamos mucho la visita. El único incidente es que conseguí que los de seguridad me llamaran la atención dos veces. La primera porque me empeñé en sentarme en una silla que tenía pinta de comodísima pero que era del s.XIX. Eso fue bastante adrede, ya me imaginaba que no me iban a dejar, pero tenía que intentarlo. Miré por si había alguien pero los muy ladinos van camuflados de visitantes y no me percaté.

La segunda fue totalmente injusta desde mi punto de vista. Estábamos en el jardín y una señora se metió en un rectángulo de azulejos donde hay una fuente muy chula. Estuvo un buen rato jugueteando con el agua mientras el inútil del marido intentaba hacerle una foto (que no puede ser tan complicado, ¡si llevaba una cámara compacta!). Cuando acabaron O. me pidió que le hiciese una foto a ella, y antes de hacérsela me metí en el rectángulo para sacar una de los angelillos de la fuente de cerca. Y en ese momento llegó el guarda de seguridad y me echó la bronca. Está prohibido entrar ahí. Pues vaya, podía haber venido antes y al menos la otra tampoco habría tenido foto. O follamos todos o la puta al río.

A pesar de que O. ha decidido que no me vuelve a sacar de paseo la visita mereció la pena. Os lo recomiendo para esas tardes de verano en las que uno no sabe que hacer. ¿Que donde está el museo? Aquí tenéis información.

lunes, 18 de julio de 2011

Mens sana in corpore sano

Este invierno me he dedicado en cuerpo y alma al postgrado en gestión cultural, así que aprovechando que lo había finalizado decidí apuntarme al gimnasio para recuperar la forma física. El objetivo es ponerme fuertota para retomar ninjutsu en Septiembre. ¿Y a que gimnasio me apunto? Pues al mismo que va mi amigo S., así al menos me aseguro de ir y no solo de pagar.

Llegué, me apunté y entré. Una vez dentro S. me presentó a una monitora que me miró de arriba abajo y me dijo: “Tu, cardio un par de semanas”. Me debió ver muy floja. Me subí a la cinta y estuve corriendo 40 minutos. S. venía de vez en cuando y me animaba con frases como “¿corres a esa velocidad? Esa es mi velocidad de paseo”. Un amor de chico.

Cuando acabé mi sesión me bajé de la cinta y fue ahí cuando recordé porqué no me gusta la cinta de correr. Fue poner los pies en tierra firme y empezar a ver chiribitas. Como una tiene un cierto pundonor, disimulé yéndome a los vestuarios a buen paso y lo más pegada posible a la pared, acción que se saldó con el atropello de un chico musculado. El pobre no me dijo nada cuando me vio con la cara pálida y los ojos desorbitados. Y es que eso de correr y que el mundo a tu alrededor no se mueva es algo que a mi cerebro no le hace gracia. ¿Qué he hecho en posteriores ocasiones? Andar por la cinta hasta que mi cerebro vuelve a sincronizarse con el mundo.

Al menos después de entrenar me tomo una cervecita, lo que es motivación suficiente para volver al gimnasio otro día.

domingo, 17 de julio de 2011

¡Esto es Bollywood!

Los que me conocen saben que en cuanto empiezo con la jornada de verano aprovecho las tardes para hacer cosas. ¿Y qué tipo de cosas? Pues cosas, que todo hay que explicarlo. Por ejemplo, leer libros que tenía aparcados, retomar series de fotos interrumpidas o apuntarme a talleres de danza. Sí, todos los veranos hago al menos un taller de danza. Me gusta bailar, es divertido y conoces gente curiosa. Y si el número de alumnos es suficiente, hasta puedes esconderte detrás de los demás para que no se te vea en el espejo. Esto casi nunca cuela, pero por intentarlo que no quede.

Este año me decidí junto con una compañera de trabajo por un taller de Bollywood sexy style. ¿Y eso en qué consiste? Pues según nos contó Leyla Zurah (the teacher) es una mezcla de baile clásico y folklore enfatizando los movimientos más sensuales. Sensuales para los indios, claro, aquí se considerarían casi inocentes.

El caso es que el taller duraba tres días, y el lunes me presenté allí después de haber pasado por el gimnasio (eso lo contaré otro día) y me llevé la primera sorpresa: no era una hora de danza, eran dos horas cada día. Mierda, y yo que me fui primero a correr, ahora seguro que no aguanto la clase entera. Bueno, me esconderé tras las demás y así si me paro no se ve. Y éramos cuatro en clase, así que nada de esconderse. La profe nos puso un bindi, nos hizo saludar a la Tierra y ¡hala! a aprender los pasos básicos. Después de la primera hora me quería morir, pero las compañeras resultaron ser unas tías majas y Leyla es una salá, con lo que nos divertimos mucho.

Montamos una coreografía con la canción de éste vídeo (no os perdais al policía, que es genial) pero sin chicos y Leyla le puso nombres “comprensibles” a los pasos para que los recordáramos, como el momento Lina Morgan también conocido como me meo toa, y así durante tres días. Como decía antes, fue muy divertido, incluida la visita al chino-putis para comprarme una faldita adecuada. Al principio era para vernos: el movimiento sensual de caderas se convertía en Chiquito de la Calzada, las miradas “con intención” en expresiones desconcertadas y la posición de las manos resultaba ortopédica, pero allí estábamos para pasarlo bien y aprender y nos volcamos a ello con entusiasmo. Al final casi parecía que sabíamos lo que hacíamos.

Sudamos como pollos, nos reímos un montón, perdí parte de la falda arrastrándome por el suelo (no pregunteis) y conseguí agujetas en el lugar más insospechado: los hombros. Me parece que en cuanto salga otro taller de Bollywood con Leyla me apunto de cabeza.

martes, 12 de julio de 2011

Family plot

Eso de morirse en muy complicado, sobre todo para los que se quedan. El pasado 7 de Julio (San Fermín) se cumplieron 24 años de la muerte de mi madre. Ya dije que había muerto muy joven. Mi padre fue con una de mis hermanas al cementerio a llevar flores, y le informaron de que el alquiler ha caducado ya y no es posible renovarlo. Así que nos quedan dos opciones: o nos desentendemos, con lo que se llevan los restos a un osario común, o la incineramos. Obviamente la primera opción está descartada. Pero la cosa no se queda ahí. Esto es como cuando vas a comer al Hollywood y te preguntan con qué quieres la hamburguesa y si te pides la patata asada a continuación te preguntan con que salsa, y así sucesivamente.

A lo que íbamos, que me disperso. La cremación tiene a su vez tres opciones: meter las cenizas en una urna así como muy barroca para poder poner a tu familiar en la repisa de la chimenea, usar una urna de sal para poder tirarla al mar o enterrarla sin impacto ambiental, y por último de nuevo desentendernos de las cenizas y que vayan a un osario común. Que la han cogido llorona con el osario, ni que les pagaran por ocupación.

La primera opción no es viable, porque ninguno tenemos chimenea, y además la peregrinación de familiares para honrar las cenizas puede ser muy pesada. O imagina qué disgusto si se te caen al suelo y las aspiras sin querer. Dado que somos una familia responsable y medioambientalmente concienciada, a falta de realizar una votación vinculante parece que la urna de sal va a ser la opción escogida.

¿Creéis que aquí acaba la cosa? Pues no, ahora hay que ver donde llevamos la urna. Tomando unas cervezas con mi hermana se nos ocurrieron un par de opciones que creemos que serían del agrado de mi madre, que era una madrileña castiza orgullosa de serlo. Mi hermana propuso tirar la urna a la Cibeles, pero claro, a ver como llegamos todos hasta allí atravesando el tráfico. Solución: vamos todos en el coche, bajamos la ventanilla y tiramos la urna en marcha. Y para celebrar su nueva ubicación, nos vamos a comer callos con garbanzos. No parece una mala idea, pero corremos el riesgo de que nos detenga la policía.

A mi se me ocurrió que podíamos enterrarla en el Retiro. Pero claro, para eso también habría que pedir permiso. Así que lo que podemos hacer es vestirnos de comandos (o de ninjas) e ir por la noche, cavar un agujero y marcharnos a comer callos con garbanzos. Si, los callos con garbanzos son el denominador común, en mi familia siempre hemos sido de buen comer.

Faltan las aportaciones del resto de mis hermanos y de mi padre, pero estoy mas que segura de que si hay un mas allá y mi madre nos ve haciendo cualquiera de las dos cosas con sus cenizas se reirá muy a gusto y estará encantada de quedarse en Madrid. Y de que nos comamos unos callos con garbanzos a su salud.

lunes, 11 de julio de 2011

"Hola, me llamo Groucho y soy adicto a las pastillas"

Cuando mi media naranja se mudó a vivir conmigo solo me puso una condición: no sin mi perro. Así que se montaron los dos en un avión y se vinieron para Madrid. Nada mas llegar le llevamos al veterinario (al perro), que nos dijo que ya está mayor y que es importante vigilar su dieta: nada de comida de la nuestra, sobre todo nada de arroz, pienso seco y nos recetó unas vitaminas y otras pastillas para el pelo, que lo tenía un poco desastre.

Al principio le dábamos las pastillas enmascaradas en miga de pan, lo que le ponía super contento porque le dábamos cosas, claro. Lo que hacía era comerse el pan y apartar la pastilla (o eso creíamos), con lo que tenías que metérsela en la boca “a la fuerza”. Hasta que un día que andaba yo medio despistada vi que se comía la miga y a continuación la pastilla, pero con fruicción. Lo que pasaba es que le gustaba tanto que se la guardaba para el final. Hicimos la prueba dándosela sola y efectivamente, le gustaban mucho. Hasta aquí normal.

Empezamos a sospechar que la cosa se estaba desmadrando cuando decíamos “tu pastilla” y venía corriendo y se ponía a dos patas. Llegó un momento en que decías “pastilla” referido a cualquier cosa y hacía lo mismo. Desarrolló una habilidad especial para detectar cuando estábamos sacando una aspirina del blister. Era oír el crujir del plástico y venía como una flecha y se ponía a dos patas con los ojos desorbitados. Y si no le dábamos, lloriqueaba.

Sus pastillas se terminaron hace ya tres meses y sigue con la misma rutina cada vez que nos ve con una aspirina, aunque ya no lloriquea si no le das. Eso si, hay que tener cuidado con lo que te dejas encima de la mesa, porque como sean pastillas puedes darlas por perdidas.

Pero no te preocupes, aunque seas un pastillero TE QUEREMOS, GROUCHO.

jueves, 7 de julio de 2011

Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto

Si tuviera que elegir una única cosa de las muchas que me enseñó mi madre sería esta: lucha por aquello en lo crees. Incluso cuando parece imposible conseguirlo merece la pena intentarlo. Y sabía de lo que hablaba. Se quedó huérfana con ocho años, vivió en hospicios, trabajó desde que pudo, se casó demasiado joven y murió pronto. Y en ningún momento dejó de luchar ni perdió las ganas de vivir ni la sonrisa.

No se puede decir que hiciera grandes aportes a la humanidad, pero merece que se la recuerde aunque no sea en los libros de historia. Son los recuerdos pequeños, cotidianos, los que te acercan a las personas, esos recuerdos que te hacen sentir como en casa, los que cuentan. El día que nos regó a todos porque no dejábamos de jugar en la mesa durante la comida. La tortilla de patata, los filetes empanados y las empanadillas cuando íbamos a la piscina o al campo. Sus historias de cuando era joven (mucho mas joven, nunca llegó a ser mayor del todo) en el primer concierto de los Beatles en España. "No os compro natillas de chocolate porque os las coméis".

No era importante, pero era una gran mujer. La recuerdo hoy, en el aniversario de su muerte, y la recordaré siempre en los momentos importantes de mi vida.

jueves, 16 de junio de 2011

Estoy a dieta

Me estaba poniendo ya como una nutria, así que decidí hace tres semanas ponerme a dieta.

Todo empezó con tranquilidad y concienciada, pero al ir pasando los días la cosa cambió. Lo primero de todo he de decir que si algo echo de menos son las cañitas y los vermutitos, cosa que no dice mucho de mi. O dice mucho de mi faceta alcohólica, que es otra manera de verlo.

Pero lo peor de un régimen es el aburrimiento. Como estás acostumbrado a cocinar con todo tipo de ingredientes o a comer fuera de casa no te fijas, pero cuando empiezas a mirar lo que comes de pronto te das cuenta de que no sales del filete a la plancha. Los primeros días lo vas aguantando, pero llega un momento en que te aburres de comer así y el fantasma de las tentaciones te acecha.

Yo supe que había tocado fondo el día que le fui a dar una galleta a mi perro y me olió tan bien a vainilla que me comí la mitad ante su mirada atónita. Tras semejante espectáculo entré en crisis, llorando por los rincones por una hamburguesa con su pan y todas sus cosas. Eso si, la galleta estaba buenísima, no se que le ponen a la comida de Groucho.

En vista de la situación, mi media naranja (que es un santo) decidió tomar cartas en el asunto. Buscó por internet recetas de cosas que sí podía comer y ese mismo día por la noche me preparó un pan para hamburguesas que se me saltaban las lágrimas. Me hice una hamburguesa tan grande que me la tuve que comer por pisos y cuando acabé con ella estuve haciendo la digestión un día y medio, como las boas. Pero ¡que satisfacción, por favor! Ni me acordé del ketchup siquiera.

Para evitar mayores conflictos familiares decidí buscar yo también recetas con alimentos que pudiera comer, y he de decir que ahora la cosa no tiene nada que ver. Si es que nos empeñamos en cocinar con elementos excesivamente calóricos cuando una quiche de verduritas y gambas está bien rica y no engorda tanto. Así que ahí estoy, perdiendo peso y comiendo rico.

Para los que se lo estén preguntando, Groucho ha dejado de mirarme con recelo cuando me acerco a sus galletas, mi media naranja vuelve a comprar natillas de chocolate sin miedo a que me levante a media noche a por ellas y yo pienso seguir probando todas las golosinas que le compren a mi perro, no sea que alguna esté mala y no haya que dársela ;)

lunes, 23 de mayo de 2011

Los suecos son El Mal

He subido el Kilimanjaro, he buceado con tiburones, me he metido en cuevas submarinas, y sin embargo la experiencia más aterradora que he vivido es montar un mueble de Ikea.

Si, montar muebles de ikea es una actividad de riesgo, amiguitos. Al menos de riesgo para la salud mental. ¿Que mente perturbada diseñó el armario PAX LYNGDAL de puertas correderas? ¿Que plan de dominación mundial se esconde tras las instrucciones?

Cuando el viernes por la mañana fui a Ikea a por los muebles debería haber sospechado algo. No es normal que dos puertas tengan tres paquetes tan pesados que hacen falta dos personas para mover cada uno. Y eso no es lo peor. Lo peor vino cuando el sábado abrimos los paquetes. Ya montar los cuerpos de armario fue un poco suplicio, pero dentro de lo normal, pero cuando miramos las instrucciones de las puertas y vimos que se componían de mas de 300 piezas deseamos tener una máquina del tiempo que nos llevara al momento en que nos decidimos por las puertas correderas para sustituirlo por cortinas sujetas con chinchetas.

Para empezar, los cristales de las puertas vienen desmontados, tienes que montarlos tú. Pero para que los cristales no ñasquen hay que llenar todas las piezas metálicas de esponjitas (hasta un total de 35 por puerta) y luego asegurarlos con trocitos de silicona (47 por puerta). Las siliconas vienen pegadas unas a otras, hay que cortarlas con un cuchillo; los tornillos (no recuerdo el número exacto, creo que es un mecanismo de defensa del cerebro) vienen todos mezclados en la misma bolsa; en las instrucciones hay al menos 12 tornillos que por alguna razón que no llegamos a comprender te pasas todo el montaje poniendo y quitando para añadir mas piezas; el perro que se cansa de que no le hagas caso y te trae la pelota para que juegues, arramblando con las montañitas de tornillos... La jornada comenzó a las seis de la tarde y se sucedieron los llantos, las risas nerviosas y la desesperación hasta a las diez de la noche, momento en el que descubrimos el paso nº 19 de las instrucciones: los mecanismos para que sean correderas. En ese preciso instante supimos que la segunda puerta la iba a montar su puta madre, digoooo, que la tendríamos que dejar para el día siguiente.

¿Creéis que la cosa termina aquí? Pues no señor, tras poner y quitar los putos tornillos una y obra vez y abrir las ventanas para gritar "Me cago en Suecia" periódicamente, cuando ya creíamos que podíamos poner la puerta en su sitio resulta que no encaja porque hay una instrucción final que explica como ajustar el alto de los mecanismos en las puertas que no habíamos visto.

A la una de la mañana, deshidratados, doloridos y resignados, conseguimos por fin poner la puerta en su sitio y sentarnos a lamernos las heridas. No me alargaré con la puerta que montamos el domingo (tardamos menos, eso si), pero ni siquiera lo mono que queda el armario en la habitación y la cantidad de cosas que caben dentro compensan la experiencia.

Yo solo os digo que cuando vayáis a comprar un mueble de Ikea miréis lo que cuesta el mueble + que os lo lleven a casa + que os lo monten, porque puede que no salga tan barato como parece en principio. Eso o gastaros lo que os ahorréis en un fisioterapeuta que os arregle las cervicales.

domingo, 8 de mayo de 2011

Mi madre es una jabata

Acabo de llegar de la carrera de la mujer, que corro todos los años con mis hermanas Raquel y Arantxa y con mi madre. Hay mucha gente que critica esta carrera: que si es sexista, que si deberían dejar correr a los chicos... Yo lo que se es que mi madre no correría una carrera mixta con las normas habituales (tiempos límite, por ejemplo), ya que no corre habitualmente y se le hace muy cuesta arriba. De hecho, yo empecé a correr para prepararme para la primera edición de esta carrera, que se celebró sólo en Madrid. Y como yo muchas mujeres. Es emocionante ver a tantas señoras mayores (pero mayores, ¿eh?) corriendo con sus nietas, hermanas haciendo equipo, mujeres que no practican deporte y que la mayor parte del recorrido lo tienen que hacer andando. Solo por eso, por promover el deporte entre las mujeres, merece la pena que se celebre la carrera. Si tengo una crítica es el tema de los chips. La carrera comienza a las 9 de la mañana, pero los chips se reparten entre las 7:30 y las 8:30. Que digo yo que los podían dar con los dorsales, porque se montan unos buenos pollos (lo que nos íbamos a ahorrar en montapollos si los vendieran ya montados). Imaginaos, había 20.000 mujeres inscritas, entre 12 y --- años. Los guiones son porque no hay límite de edad.

El trazado ha sido el mismo que en años anteriores, 6,5 km. con una cuesta horrible en el km 5 que sube hasta la estatua del angel caído en el Retiro. Como se pueden hacer equipos de hasta tres corredoras hemos organizado dos: dos hermanas y madre-hija, pero hemos ido juntas todo el camino al ritmo de la mas lenta. Y mi madre ha corrido como una campeona. En la cuesta del ángel caído ha habido un momento en que ha tenido que parar un poco y andar, pero han sido un par de minutos y el resto del tiempo ha llevado un ritmo de carrera mas que interesante. Nos lo hemos pasado genial, salvo por el madrugón. Y luego, desayuno en una terracita y una vuelta para descargar las piernas.

Chicas, os animo a participar en la siguiente edición. Nosotras nos estamos pensando ir a la edicion de París en Septiembre.

sábado, 7 de mayo de 2011

Una noche tranquila, de las nuestras

Ayer quedé con dos de mis hermanas (Arantxa y Raquel) para ir a cenar al Peggy Sue. La excusa fue mi reciente cumpleaños, había que celebrarlo y me tenían que dar mis regalitos. Arantxa me hizo unas magdalenas con cobertura de frambuesas, Raquel me hizo un muñeco ninja y entre las dos se las arreglaron para encontrar mi marca favorita de chocolate, ¡son las mejores!

Para los que no les gusta leer, la versión resumida de la noche: perrito de 26 cm., se pelearon dos camareros (hubo violencia física), Raquel casi despeña a un tercero, en un café adivinaron el contenido de uno de los regalos, bebimos cócteles y chupitos y un señor le dió patadas a un autobús y después se plantó delante de un coche de la policía en medio de un semáforo en rojo para los peatones. Los que quieran la versión extendida ya saben, con unas cañas ;)

jueves, 5 de mayo de 2011

Que por mayo era por mayo

Aqui estamos, inaugurando un blog. ¿Y que necesidad tenía yo de meterme en este jaleo?

Pues me ha animado que algunos amigos tengan su propio blog, y no será por falta de actividades que comentar. Toco el violín, practico artes marciales (ahora las tengo un poco abandonadas, la verdad), buceo en cuevas, subo montañas, corro la San Silvestre, me lían para todo tipo de eventos, mi casa es sucesivamente ocupada por amigos necesitados de asilo político, me gusta la fotografía, viajo tanto como puedo, me apunto a todo tipo de actividades en mi tiempo libre... Si, creo que tendré material para mantener el blog.

¿Y por qué en Mayo? Chicos, me hago mayor. Acaba de ser mi cumpleaños y ya que no soy capaz de llevar un diario/libro de viajes/relato de mis andanzas (creo que merece la pena), el que alguien me lea me obligará a dejarlo por escrito.

Por cierto, como me quedaba tiempo libre entre las cañas, el trabajo, dormir y otras cosas decidí apuntarme a un curso de postgrado en la universidad y ahora estoy en plena práctica. Lo digo porque puede que tarde un poco en incluír la siguiente entrada.