Iba yo tan feliz (bueno, feliz lo que se dice feliz no, pero si que iba a mi rollo) pensando en mis cosas camino del trabajo cuando un señor de unos 75 años me ha dicho eso al pasar. Y chica, a mi estas cosas de buena mañana me ponen de buen humor, sobre todo porque iba pensando en los cambios que sufre el cuerpo a lo largo de la vida.
Todo el mundo te prepara para los cambios de la adolescencia: que si se te ensanchan las caderas, que si te crecen las tetas, que si la regla, que si tal y que si cual. Y está muy bien que te preparen pero es que NADIE te advierte que los cambios no quedan ahí. A lo largo de tu vida el cuerpo sigue cambiando, muy despacio pero cambia. Y de repente te encuentras con los 30 o con los 40 y piensas "¿que cojones le ha pasado a mi cuerpo?". Luego vienen las crisis de edad y nos llevamos las manos a la cabeza. Así que he decidido advertir a las ingenuas muchachuelas que se paseen por mi blog sobre los estragos del tiempo. A los chicos no tengo nada que decirles porque no sé como funcionan sus cambios, pero deben ser mas lentos o simplemente menos. Nosotras tenemos la crisis de los 30, de los 40 y no se si alguna más que vendrá (no soy tan mayor), ellos que yo sepa solo tienen la crisis de los 40.
Lo primero de todo es distinguir entre lo que viene siendo el paso del tiempo de otras cosas. Si la última vez que pegaste patadas a un balón o corriste un rato fue en el patio del colegio, si en los últimos 10 años tus actividades principales han sido ver la televisión y beber cerveza, si los de telepizza te han ofrecido su tarjeta platino.... desengáñate, tu cuerpo no ha cambiado porque te hayas hecho mayor, es que el pobre hace lo que puede con lo que le das. Y ahí da igual que seas un tío o una tía.
A lo que yo me refiero es a los estragos de la ley de la gravedad (¡maldito seas, Newton!). A los 30 puedes estar en forma y delgada, pero empezarás a verte tripita. Ya nunca más tu vientre estará plano salvo que tu índice de masa corporal esté en límites preocupantes para la salud. No es que te crezca la tripa de repente, es que se empieza a descolgar. Solo tienes que mirar a las jovencitas que están gorditas y verás que están tersas y firmes y que la tripa no se les cae (salvo obesidad mórbida). Cuando empieces a ver que la tripa ya no está plana o no está en su sitio sino tres centímetros mas abajo, asúmelo: estás en la frontera de los 30.
Interiorizados estos cambios el tiempo sigue pasando y un día de repente te das cuenta de que entiendes los anuncios de cremas. ¿A nadie le ha llamado la atención la fijación de las empresas de cosméticos por el óvalo facial? ¿Qué es eso del óvalo facial? Pues amiguitas, si de pronto entiendes a que se refieren es que te rondan los 40. Esto es así. Primero se te descolgó la tripita y ahora el puto óvalo facial. Pero no queda ahí la cosa. Según mi hermana (una de ellas), a los cuarenta tienes que elegir: cara o culo. Si estás delgadita el culo se te escurre pero la cara está mona, si estás entrada en carnes tendrás cara de pan aunque un buen culo. Yo no estoy de acuerdo, aunque aquí creo que cada caso es un mundo. En mi caso la elección es tripa o tetas. Así son las cosas. Si adelgazas tendrás mejor tipo pero tus tetas se descolgarán, si engordas tu escote será la envidia del barrio pero tu cintura desaparece. Eso y el óvalo facial, claro.
En esas estamos de momento, cuando tenga nuevas noticias sobre los efectos adversos del paso del tiempo en mi físico os iré advirtiendo. No es que puedas hacer nada por evitarlo pero al menos cuando llegue estarás preparada para mirarte al espejo.
Pues ni te cuento si además tienes hijos o hijo, como es mi caso. Cuando terminas de darles de mamar las tetas, que estaban duras y pretes, se quedan blanduchas y colganderas. Si además te hacen una cesárea... bueno... eso es un drama, la lorza te cae hacia el vello púbico (si gastas) y ahí se queda. Y no te canses, que AHÍ SE QUEDA... en fin, será cuestión de asumir, que la economía no está para tirar el dinero en remedios que no pueden con lo irremediable.
ResponderEliminarxD Lo mismo es que soy un ser insensible pero me ha hecho gracia lo de "pretes" y las mayúsculas de "AHÍ SE QUEDA". Sabía yo que me ibas a entender. Al menos tu óvalo facial está intacto. Y que conste que a tu escote no le pasa nada de nada, que te he visto.
ResponderEliminarY tienes razón, es irreversible.