No matter how full sour life may seem, there's always room for a couple of cups of coffee with a friend



viernes, 12 de agosto de 2011

No pain, no gain

Ya os había contado que me apunté a un gimnasio. Durante tres semanas de Julio me he dedicado a correr en la cinta porque me hacía falta cardio, cosa que complementé con algunos talleres de danza india. ¿Os acordáis del taller de Bollywood sexy style? Pues Leila convocó un taller intensivo de tres estilos: marathi, bhangra y Bollywood 70’s, cuatro horas de dar saltitos descalza, ahí es ná. Me lo pasé tan bien en el taller anterior que me apunté de cabeza. ¡Madre mía, que paliza me di! ¡Y que agujetas en los hombros! Marathi tuvo su gracia, Bollywood 70’s también, pero lo que me impresionó fue la clase de Bhangra. Vamos, que otra actividad para la saca, probablemente para los miércoles.

Pero lo que yo quería contar es mi vida gimnástica. Como ya llevaba tres semanitas corriendo en la cinta (conseguí no marearme demasiado) me fui a hablar con la monitora para ver si me ponía otro plan de entrenamiento. Iba tan convencida de hacer pesas y esas cosas, pero la muchacha (con muy buen criterio) me dijo que me iba a aburrir en la sala y que mejor me apuntase a actividades de grupo. Y me recomendó body pump lunes, miércoles y viernes. En que hora. Debería haber sospechado algo cuando varias personas me comentaron que iba a flipar con las agujetas.

Me fui el lunes 1 de Agosto muy ufana a mi clase nueva, donde ya de entrada me dijeron que no pusiera mucho peso en la barra, que para el primer día lo importante es aprender a manejarla. Pues nada, un par de pesas de 1,5 kg, que no es mucho. Tras una hora de levantar la barra, llevarla de acá para allá, nuestro ratito de abdominales y de fondos me alegré de no haber puesto mas peso. No sé como llegué al final, porque la segunda media hora fue terrible para mis músculos desentrenados. La clase es un no parar: se trabaja por grupos de músculos, alternando los ejercicios, pero no se para más que para beber agua tras cada grupo. Lo que pasa es que yo tengo dos problemas: unos hombros un poco flojos y una espalda contracturada que me impide ponerme la barra tras los hombros con comodidad. Para que os hagáis una idea, cuando levanto el brazo todo lo que puedo parece que estoy haciendo el saludo nazi. No es algo que deba hacer en público, lo se. Lo pasé bastante mal, porque si ponía bien la barra casi no podía sujetarla con las manos, así que otra cosa puede que no, pero la espalda se me estiró.

El resultado de mi primera sesión fueron agujetas en los hombros (¡Sorpresa!), pectorales, bíceps y cuádriceps. El resto no se si no me dolía o es que estaba enmascarado por los dolores enumerados. Vamos, que fui a clase creyéndome Linda Hamilton en Terminator II y acabé la clase efectivamente como Linda, pero en la primera: floja y despeinada.

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